
El Lenguaje Eterno de las Formas,
en la Rosa y la Caracola de Mar …
En la naturaleza observamos formas maravillosas y si trascendemos de su textura, aroma y sonido, veremos que representan lo intangible de la vida, porque reflejan el lenguaje del alma.
Es el lenguaje veraz y eterno como el que envuelve una rosa y una caracola.
Ambas inspiran una constante eterna que nos sumerge en un ciclo de cambio y nuevos desafíos.
Pues los pétalos de la rosa son como pensamientos que florecen en orden, uno tras otro, guiados por una armonía interna que no se ve pero se siente. Y la caracola es como la memoria del tiempo que en cada vuelta encapsula una etapa y un crecimiento, una transformación que se construye sobre lo anterior sin borrarlo.
Porque al igual que estas espirales, la vida es un ciclo perpetuo de evolución que trae consigo un mensaje. Siendo este un suspiro del alma del universo que aunque invisible, espera ser escuchado.